Como te comentaba el otoño se nos adueño por unos días la
ciudad recorriendo una a una las esculturas de Sanhattan ….los señores de
amarillo no detuvieron su marcha circular ni aún por curiosidad . Yo lo habría
hecho ; una visita del otoño en pleno verano es para celebrar .
Los jacarandás de la plaza ya no les quedan flores, y
es posible ver las semillas de castañuelas esperando que la brisa y calor
del verano las seque para abrirse y expulsar su volátiles semillas ; ellas
tienen una pequeña tela que las recubre y que les permite volar lejos de
la planta madre .
La naturaleza nos enseña … a la sombra de otro no nos
es posible crecer bien ni tener fuerzas suficientes para construir raíces que
nos permitan soportar los arreciados vientos.
El porcentaje de germinación del jacarandá es altísimo … y
ves bajo su tronco muchos intentando crecer , los pequeños, pero al poco
tiempo mueren , y la semilla que se aventuró a volar más lejos es la que es
capaz de formar un árbol aún más fuerte y hermoso que la matriz.
Cerca de la casa es posible ver el “árbol del humo” como le
denomina la vecina … es como si una pequeña nube invadiera su follaje … las
semillas vuelan y vuelan y son aún más dúctiles y hábiles para sostenerse
planeando y las ves cruzar por los techos de las casas …. Hay magia en ellas ,
bailan , saludan , se despiden llenas de esperanzas buscando nuevas tierras que
colonizar .
Hay árboles que conocen mi historia ; y entre ellos se
comunican y son capaces de contarla entera cual biógrafos … saben incluso cosas
que yo he tenido olvidadas y que al verlos los recuerdos se despliegan como
chispazos de hologramas .
Sabes que no es necesario ser un grupo de arboles en un
lugar específico delimitado para formar parte de un bosque … se descubrió un
enorme bosque en una zona de EEUU formado por un grupo de árboles
en reductos pequeños separados por distancias pero que es su conjunto
formaban un ecosistema boscoso … la distancia no era una barrera para
ellos .
Y el fuego lo sabe … cuando ataca a los bosques muchas veces
engaña al hombre creyendo que fue extinguido…. se esconde bajo tierra
consumiendo las raíces del árbol muerto, y como ellas se cruzan entre unos y
otros, las va carcomiendo y destruyendo las raíces de los otros
árboles que se encuentran cerca hasta que decide que tiene la fuerza suficiente
y vuelve a aparecer en otra zona que el hombre creía distante del foco.
Pero la naturaleza es sabia … en el desierto de la muerte ,
de la desolación más profunda ….surge poco a poco nueva vida …. Llegan volando
las semillas traídas por el viento, o caídas del pico de una ave , montadas
sobre pelaje de algún animal, o por la lluvia rodando desde los cerros
cercanos… se acomodan en ese espacio amplio y abierto, con el mejor de los
alimentos y abono . El fuego sanitizó la tierra de los hongos y plagas que
atacaban a los arboles desaparecidos … surge nueva vida, un nuevo bosque , pues
la vida quiere ser vivida .
María
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