jueves, 3 de noviembre de 2016

La muerte de mi padre



A Pedro Egaña Cruz , de sus hijos

Buenos días, haciendo los trámites por la muerte de mi padre me pude percatar que resulta más difícil morir que vivir, es impresionante todo los trámites que hay que hacer y ni contar las propinas.

Empiezo estas palabras con esta pequeña broma pues quiero reflejar a través de esta como era mi padre, su alegría y encanto.

Mi padre Pedro Egaña Cruz, nació el año 1940, sus padres fueron don Carlos Egaña Pinto y doña Julia Cruz Larenas, tuvo 12 hermanos, siendo él el menor, hoy le sobreviven 5. Se casó con María Isabel Bacarreza Rodriguez, dejando  4 hijos y 12 nietos.

Quiero nombrar algunas anécdotas para reflejar a su persona; era fanático del fútbol, nunca conocí a persona que pudiera ver tantos partidos de fútbol de ligas mas intrascendentes como la griega, a él no le importaba.Podía ver 4 partidos seguidos sin problema: además de verlo lo practicó con gran pasión en su colegio, San Ignacio, y después en el Colegio de sus hijos, lo llamativo era que no obstante que tenia bastante años mas que el resto y fumar antes, durante y después del partido, al día fumaba 2 a 3 cajetillas, podía convertir 5 goles fácilmente, disponía de una capacidad aeróbica bien formidable, quizá eso explique que haya logrado vivir tantos años con solo parte de 1 pulmón dado el enfisema pulmonar que le detectaron hace tiempo.

Era capaz de conversar con cualquier persona, hacia amigos de inmediato, de muy buen humor y de amena charla, siempre alegre, era un gran coleccionista de anécdotas las que contaba de manera muy divertida.

Caso aparte era su relación con los niños, le encantaban, tenía una magia especial con ellos. Sabia hablarles en su idioma, les hacia morisquetas divertidas, los niños se le acercaban, aunque después de observarlo nos dábamos cuenta que hacia trampa, siempre andaba con dulces, los que hacia aparecer cual brujo de sus distintos bolsillos, muchas veces vimos a sus nietos trajinando su chaqueta buscando los dulces mágicos, sin encontrarlos y ante sus caras de desilusión les decía soy un viejo brujo y con Un movimiento de manos les hacia aparecer estos ante su cara de asombro.

En sus últimos años si bien fue acompañado por sus 4 hijos, el que más lo acompaño fue mi hermano Felipe, quien en los últimos meses incluso se transformó en su cuidador y enfermero a quien quiero agradecer la gran lealtad filial y cariño que le manifestó.

Les quiero comentar que la muerte de mi papa fue rápida, sin dolor, muy digna y sin intervenciones, se fue apagando cual lumbre de hogar, primero se apagaron las llamas, luego quedaron la brasas, las que luego se cubrieron de cenizas hasta su natural extinción. Murio un día sábado con el escapulario puesto, mi Sra Evelyn les recordó a mi hermana y Felipe que se preocuparon luego que le sacaron el suyo, que siempre llevó en el cuello de amarrarle otro en el pie, que fue el que acompañó al final, recibió además la extrema unción, por lo que su muerte no pudo ser mejor.

Les queremos agradecer a nombre de mi papá, de mi mamá, y de mis 3 hermanos a todos los parientes, amigos y compañeros que vinieron hoy a despedirlo, a todos los que por distintas vías nos manifestaron su cariño y buenos deseos, muchas gracias nos hemos sentido muy acompañados.


Rafael.

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Descansa en paz padre mio

que la tierra que hoy te acoge
es la misma que acunó los cuerpos de nuestros ancestros, 
sus pasos a pesar de la muerte, 
son seguidos por quienes nos descienden.
No te inquietes si tu voz no es hoy escuchada, 
pues  el silencio hace suyo todas aquellas voces que han sido dejadas
Que no te turbe el sueño,
´pues ese es el  sueño 
que recoge y ensalza tus esperanzas
Que no se inquiete preocupación alguna,

porque quienes mueren
son el báculo perfecto que sostiene las generaciones futuras
Que no te invada la tristeza
pues en donde te encuentras,  ella no habita 
y quienes quedamos , la transformamos en remembranza
Te fuiste padre en perfecta paz y calma

y esa, tu última imagen 
es la que nos entrega también paz y nos reconforta
                                                                                    De tu hija "María" 

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